En el aire, el destino de la gran colección de arte de Banamex

Unas 600 obras pictóricas, piezas de arte popular y edificios de la época virreinal son parte del patrimonio que el banco incorporó durante décadas.
Ciudad de México.
Luego del anuncio de la venta de Banamex, uno de los temas que han surgido es el paradero de una de las colecciones de arte más importantes de México, ¿a dónde irán Frida, Diego y Siqueiros? Aún no se conoce la respuesta, pero el gobierno y expertos piden mantenerla en el país.
Unas 600 obras pictóricas, piezas de arte popular y edificios de la época virreinal son parte del patrimonio que el banco incorporó durante décadas y que también es parte de la venta de su marca Banamex, anunciada en enero pasado.
Se trata de una de las colecciones privadas más importantes de México, convertida ahora en asunto de interés nacional.
López Obrador también ha manifestado que le gustaría ver Banamex en manos mexicanas al citar como posibles compradores al hombre más rico de México, Carlos Slim, y al empresario Ricardo Salinas Pliego, dueño de Televisión Azteca, una de las principales cadenas del país.
Unas 600 obras pictóricas, piezas de arte popular y edificios de la época virreinal son parte del patrimonio.
Parte integral de la venta
Banamex es uno de los bancos más antiguos de México. Inició operaciones en 1884 y su acervo artístico y cultural no ha parado de crecer, incluso cuando fue vendido a Citigroup en 2001.
Las obras de esta colección privada se remontan también al siglo XIX.
Ahora, el temor de algunos expertos es que la colección se disperse.
En una conversación con periodistas, Alberto Gómez Alcalá, director de Desarrollo Institucional, Estudios Económicos y Comunicación de Citibanamex, dijo que los activos culturales «son parte integral e indivisible» del proceso de venta, por lo que «quien compre las operaciones de banca comercial en México deberá también adquirir la colección.
Pero evitó fijar un precio. «No importa el número en pesos y centavos que podamos dar. Por eso decimos que es invaluable y estamos seguros que así seguirá siendo», sostuvo.
Parte clave de la historia
La colección de arte de Citibanamex incluye obras como «Vendedora de alcatraces«, que Diego Rivera, uno de los más grandes muralistas mexicanos del siglo XX, pintó en 1942.
La pieza ocupa un lugar preponderante al interior del Foro Valparaíso, un edificio del siglo XVIII ubicado en el corazón de Ciudad de México que también pertenece al banco.
El cuadro de Rivera está acompañado en ese lugar de obras igualmente importantes de la pintura mexicana del siglo XX como «Mujer con metate«, que el muralista David Alfaro Siqueiros pintó en 1931; «Los frutos de la tierra«, de Frida Kahlo (1938), o «Mujeres«, del también mexicano Rufino Tamayo (1930).
Sin embargo, este tesoro no empieza ni termina ahí. Las obras se remontan también al siglo XIX, como los paisajes de los imponentes volcanes del Valle de México, Popocatépetl e Iztaccíhuatl, del pintor José María Velasco.
«Es sin duda una de las colecciones más importantes para poder recrear la historia de la pintura en México», opina Angélica Velázquez, directora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México y quien también participó en la curaduría del recinto.
«El eje de todo su trabajo como coleccionistas ha sido el arte mexicano», apunta. «Me parecería muy difícil que los próximos propietarios fueran insensibles al valor de la colección para el país».
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