Los errores médicos llenan los cementerios
En México son la tercera causa de muerte, tras los accidentes cardiovasculares y el cáncer.
El progreso de la medicina ha salvado a millones de personas de una muerte segura, y la calidad y la esperanza de vida en todo el mundo alcanzan niveles nunca vistos. Durante el siglo XIX, uno de cada diez nacimientos en Europa acababa con el fallecimiento de la madre debido a alguna infección; hoy muere una por cada 11.000 partos. A lo largo de siglo XX, la tasa de mortalidad infantil descendió en los países desarrollados de un 20 % a menos de un 1 %. La expectativa de vida en Europa occidental no llegaba a los 30 años de media en 1870 y hoy supera los 79.
Estos datos tan favorables se deben, sobre todo, a las mejoras en la salubridad e higiene, las vacunas y los antibióticos. No obstante, si bien la medicina moderna ha desplegado su extraordinario potencial, todavía aparece lastrada por no pocos puntos oscuros. Uno de los más urgentes de abordar es el de los errores médicos.
El progreso de la medicina ha salvado a millones de personas de una muerte segura, y la calidad y la esperanza de vida en todo el mundo alcanzan niveles nunca vistos. Durante el siglo XIX, uno de cada diez nacimientos en Europa acababa con el fallecimiento de la madre debido a alguna infección; hoy muere una por cada 11.000 partos. A lo largo de siglo XX, la tasa de mortalidad infantil descendió en los países desarrollados de un 20 % a menos de un 1 %. La expectativa de vida en Europa occidental no llegaba a los 30 años de media en 1870 y hoy supera los 79.
Estos datos tan favorables se deben, sobre todo, a las mejoras en la salubridad e higiene, las vacunas y los antibióticos. No obstante, si bien la medicina moderna ha desplegado su extraordinario potencial, todavía aparece lastrada por no pocos puntos oscuros. Uno de los más urgentes de abordar es el de los errores médicos.
Negligencias letales
El filósofo francés Michel de Montaigne (1533-1592) decía que los errores de los médicos «los cubre la tierra». A tenor de los fallecimientos, se precisa mucho espacio para hacerlo. Un estudio de 2016 de la Universidad Johns Hopkins (EE. UU.), publicado en el British Medical Journal, elevaba a 250.000 los estadounidenses muertos por negligencias sanitarias cada año. Estos fallos se sitúan como la tercera causa de mortalidad, por detrás de las dolencias cardiovasculares y el cáncer. Los investigadores subrayan que las cifras podrían ser superiores, ya que el trabajo no registra más que los fallecimientos en los hospitales.
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